En nuestra anterior entrada, «¿Cómo afecta una mudanza a los niños?» os hablamos de algunos consejos para enfocar la mudanza teniendo en cuenta el como enfocarlo con ellos a través del diálogo, explicándoles cómo será la nueva vivienda o el nuevo destino. Hoy os vamos a ampliar esta serie de consejos que te ayudarán a planificar con éxito la mudanza con niños, niñas y adolescentes.

Una de nuestras máximas es que para hacer una mudanza eficiente debe ser una mudanza planificada. Pensar y establecer los plazos en que se desarrollará la mudanza teniendo en cuenta factores como por ejemplo si tienes que hacer obras antes de cambiarte definitivamente de casa o, como en este caso las rutinas de tus hijos, así que allá vamos:

¿Cómo planificar una mudanza con niños?

¿Cuándo organizar la mudanza?

Una de los criterios que podemos establecer para definir la fecha de la mudanza son los períodos de vacaciones de los más pequeños. Aunque dependerá si el cambio de vivienda también implica un cambio de colegio o de instituto el escoger cuándo será mejor. Por ejemplo, si la mudanza no significa un cambio de profesores y amigos a mitad del ciclo escolar, podemos escoger la Semana Santa o las Navidades para hacer la mudanza, en cambio, si los más pequeños tienen que asistir a un nuevo colegio, lo mejor será hacerlo una vez que hayan acabado el curso.

Según empiezan las vacaciones de verano para ellos, puede ser un buen momento, porque tendrán todo el verano para adaptarse al nuevo barrio y a su nueva casa y empezarán el curso cuando el resto de sus compañeros, facilitándoles el hacer amigos y no empeorar en sus resultados académicos por el cambio.

¿Cómo debería ser el día de mudanza? 

El día de la mudanza puede ser un día de estrés para todos los miembros de la familia, aún así, es bueno que los padres y madres os lo toméis como una nueva oportunidad y ellos, los más pequeños y adolescentes también lo entiendan así. Una vez que lleguen todos los muebles y enseres puedes empezar a organizar sus cuartos los primeros, para que se sientan lo antes posible integrados, a continuación, sigue con la cocina, el baño o el salón para que poco a poco vaya cogiendo vida y tu esencia el nuevo hogar al que os acabáis de mudar.

La decoración de las habitaciones

Si se trata de niños y niñas pequeños lo mejor es que utilices parte de la decoración que ya tenían en sus antiguas habitaciones para crear el nuevo dormitorio, que tengan elementos visuales que les ayuden a entender que, aunque sean nuevas habitaciones son sus habitaciones y forman parte de sus cosas.

Si en cambio, son adolescentes, aunque también puedes mantener parte de la decoración anterior, puedes pedirles y motivarles para que sean ellos mismos quiénes decoren sus cuartos, de acuerdo con el crecimiento que han tenido y la evolución que están viviendo. Por ejemplo, que hayan escogido el color de las paredes o los cuadros que quieren colocar, así como la ropa de cama o la organización y distribución de sus armarios y muebles.

 

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